16 de septiembre 2017
Nos despertamos en el Cedar Lodge, la verdad que hemos descansado de maravilla, creo que acabamos tan cansados todos los días que siempre dormimos bien. Hoy volvemos a Yosemite para seguir disfrutando de la naturaleza a lo bestia, porque eso es lo que me parece este parque. En poco más de media hora estamos otra vez entrando en Yosemite. La idea era subir a Glacier Point, pero os confesaré una cosa, el mapa no me parecía nada claro, las indicaciones del parque tampoco, y no sé si nos pasamos el desvío o qué pero no lo encontramos, así que seguimos por la carretera y fuimos haciendo paradas donde mejor nos venía. Después nos enteramos que el camino a Glacier Point estaba cerrado así que eso que nos ahorramos. En cualquier caso, aunque no fuimos quizá a los sitios que va todo el mundo en ningún momento tuve la sensación de perderme cosas o lo mejor del parque porque por cualquier parte encuentras rincones maravillosos. Nos metimos por un camino que no iba nadie y tuvimos esta zona para nosotros solos.
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Un sitio que me apetecía ver era el antiguo hotel Ahwahnee, ahora se llama The Majestic Hotel. Es el más caro de Yosemite, y el más antiguo, se contruyó en 1927 y en él se han alojado personalidades como John F. Kennedy, Winston Churchill o Greta Garbo.
Aunque no os alojéis en él se puede entrar a verlo y disfrutar de su grandiosidad. Grandes chimeneas de piedra, enormes vigas de madera, salones con tapizados de piel y kilim… un lujo vamos.
Cuando subí al baño en la primera planta, descubrí que había una mesa de la que te podías servir café o chocolate, que aunque es más aguachirri que otra cosa no nos vino nada mal. Ahora puedo decir que he desayunado en el hotel más caro de Yosemite, aunque nadie tiene por qué saber que ha sido en plan cutre no?
Los alrededores son increíbles, estuvimos paseando por los jardines donde corrían un montón de ardillas. Nos metimos por algún camino para descubrir sitios como estos.
Seguimos el camino, por allí es como una carretera circular, y vemos un cartel que indica Lower Yosemite Fall Trail. Dejamos el coche y tras un corto paseo, porque tampoco hay que andar mucho, llegamos a la catarata. Había gente para exportar, pero pudimos hacernos la foto y estar un rato contemplando el panorama.
Paramos en Cathedral Beach
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Paramos junto a este campo para ver al Capitán más de cerca, aún impresiona más su altura. Es que cualquier rincón de este parque te guarda sorpresas y vistas inolvidables. Cada poco vas encontrando zonas en las que parar.
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En Valley View vimos, para mí, las vistas más impresionantes del parque, la imagen que resumiría lo que es Yosemite. Grandes montañas, pinos, agua y belleza mil.
A pesar de lo que estamos disfrutando es hora de irnos, hoy tenemos un buen trecho por delante. Vamos a ver sequoias y tenemos que llegar a San Francisco! Aún no lo sabemos pero vamos a tener varias sorpresas por el camino, un día de lo más completo.
Como os decía queremos ir a ver sequoias, pero el parque de Mariposa Grove estaba cerrado para restaurarlo hasta la primavera del 2018. Había que buscar otra alternativa, así que elegimos Calaveras Big Trees que está de camino a San Francisco.
Está a dos horas y media de camino más o menos. Conducimos por carreteras con curvas, con paisajes espectaculares , y pasamos por pueblos típicos de película. Pasamos por uno en el que están celebrando alguna fiesta de esas suyas, pues la del día del ternero o la de la mazorca más grande de la temporada, a saber, pero hay bastante gente, la típica pancarta en medio del pueblo y banderines con la bandera americana por todas partes. No paramos porque no vemos aparcamiento libre y no podemos parar en todos los sitios que querríamos, pero me quedé con las ganas de vivir ese ambientillo de fiesta y sobre todo saber qué celebraban.
Seguimos y un poco más adelante pasamos por otro pueblo que tiene muy buena pinta. Muy típico también, con casas de madera a ambos lados de la carretera y aquí sí, aquí hay que parar sí o sí, además tenemos hambre ya y aprovecharemos a comer.
El pueblo se llama Jamestown, y una vez allí me entero que hay cerca un museo del ferrocarril donde se han rodado varias películas, entre ellas Regreso al Futuro 3 o Sin Perdón. Ahí ya no nos da tiempo a ir, pero me hubiese encantado. Se pueden dar paseos en un tren antiguo con locomotora de vapor y tiene pinta de ser muy interesante, si os interesa os dejo el enlace (Railtown 1897 State park)
Jamestown se empezó a construir, como muchos en esta zona, en plena fiebre del oro, en 1848. Encontramos edificios de madera, de piedra y acero y algunos más modernos de estilo victoriano.
Conserva todo el encanto de la época, realmente parece que haya parado el tiempo en este pueblo. El hotel se construyó en 1859, conserva la decoración de esos años, y tiene un restaurante parece ser que muy bueno, pero que nos resultaba un poco caro. Así que entramos en una pizzería en la que comimos genial. Pizza de pepperoni de masa esponjosa, qué rica.
Hay que seguir camino, conforme avanzamos en este viaje me doy cuenta de que me faltan días para todo lo que querría ver y hacer. Si algún día me toca la primitiva y soy inmensamente rica me iré y pararé en todos los sitios que me dé la gana, sin estar pendiente de los días que me quedan por delante.
Seguimos el camino por carreteras estrechas y vamos viendo pueblos con sus edificios de madera o de piedra, ranchos, campos de vacas. Estoy en una película y con una sonrisa permanente que no me cabe en la cara.
Por fin llegamos a Calaveras Big Trees. Si no podéis ir a Mariposa Grove este parque tampoco os defraudará. Además de sequoias podemos ver otros árboles oriundos de la zona. Lo que más llama la atención desde luego son las sequoias, los árboles más altos del mundo, y hasta que no estoy debajo de ellas no soy consciente de su altura. Quién me iba a decir que me iba a impresionar tanto ver árboles. Hay varios recorridos para hacer por el parque, hacemos el más corto porque hemos llegado más tarde de lo que pensábamos con la parada sorpresa de Jamestown.
Durante el paseo vemos las sequoias gigantes, troncos tumbados que nos dan una idea de su diámetro, ardillas, ciervos… Una vez más me faltan horas para disfrutar de todo.
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El parque va a cerrar y tenemos que irnos, así que ponemos rumbo a San Francisco. Aquí acaba la parte del viaje de naturaleza, a partir de ahora veremos más ciudades y playas, pero los parques naturales se han terminado por esta vez.
Nos quedan casi tres horas de viaje hasta San Francisco. El primer tramo del viaje se hace tranquilo, entre campos infinitos y bonitos paisajes. Y es aquí cuando veo la puesta de sol más bonita que he visto en mi vida. Cómo explicaros cómo me sentía. Una carretera recta, campos de cereales que abarcan todo lo que te da la vista, los postes de la luz y algún rancho perdido, y enfrente una perfecta bola roja que se va escondiendo. Bueno, para mí fue uno de los momentos imborrables de este viaje, todavía lo veo. No he visto nunca un atardecer tan precioso. Ni las fotos ni los videos le hacen justicia, eso es algo que para mis retinas se queda.
Empezamos a ver los primeros atascos, autovías de tres o más carriles infestadas de coches, aquí dejamos toda la tranquilidad que hemos tenido hasta el momento. Entramos a San Francisco por el puente de Oakland, hay que pagar un peaje de 5$. Mientras cruzamos el puente vemos los rascacielos iluminados, las luces de los coches llenando las calles, vaya cambio!
El gps empieza a hacer tonterías y nos está dando vueltas, cambia de ruta a cada momento, al final nos guiamos mejor por el plano de la guía. Es un poco agobiante conducir por estas calles tan empinadas y no meterte sin querer en el carril del tranvía, sobre todo después de tantas horas de viaje y cansancio acumulado. Por fin encontramos el hotel, intentamos buscar sitio para aparcar en la calle. Como mañana es domingo podremos aparcar gratis. Después de dar una vuelta mirando bien todos los parquímetros a ver qué horarios pone de pago al final lo dejamos casi enfrente del hotel. Bien!
Como os conté en el post del presupuesto en San Francisco reservamos el Grant Hotel. Tiene muy buena ubicación, está en la calle Bush, muy cerca de la calle Powell donde hay una parada del Cable Car, el típico tranvía. Nos toca una habitación en la planta calle con magníficas vistas a un muro a dos palmos de la ventana. Jajaja, eso es lo de menos, la verdad, la habitación está bien, limpia, tamaño normal y la cama es cómoda. Para el rato que vamos a estar en la habitación más que suficiente. Salimos a dar una vuelta, estamos bastante cansados la verdad, así que nos metemos a cenar en un restaurante italiano que hay en la esquina de la calle, está bastante lleno, así que pensamos que estará bien, y no parece muy caro. Se llama Uncle Vitos Pizza, en 700 Bush St. Cenamos la mar de bien, un plato de pasta, un pizza y las bebidas por 29,58 $ . Y ya nos vamos al hotel a dormir porque no podemos con nuestros cuerpos serranos. Mañana empezaremos a conocer San Francisco 😀