El Cairo, ciudad de contrastes, caótica, enorme, sucia y llena de tesoros. Hoy tenemos un día muy completo en esta ciudad, vamos a visitar algunos de sus monumentos más importantes, solo tenemos un día y hay que aprovecharlo. Y sin duda lo hacemos.
Como ya comenté en el post de consejos e impresiones de Egipto, para visitar El Cairo contratamos a Mohamed, un taxista y guía que nos enseñó todo perfectamente. Es majísimo, te lleva a sitios que otros guías no te llevan y está super pendiente de que no te falte de nada. Si os interesa contactar con él podéis escribirme y os diré su mail.
Desayunamos como reyes, o como faraones ya que estamos. En el Ramsés Hilton el desayuno es impresionante. Yo que soy fan de los desayunos buffet, es algo que me vuelve loca qué le vamos a hacer, creí estar en el cielo cuando entré a ese comedor. Por Isis! Qué maravilla! Lo primero que veo es una fuente de chocolate con golosinas y frutas para untar. A partir de ahí todo lo que cuente es poco. Frutas, dulces, sándwiches, huevos revueltos, cocidos, fritos… patatas asadas, fritas, salteadas.. tortitas, gofres, zumos naturales, yogures, mermeladas…. Bueno, desde luego tenías donde elegir, y todo buenísimo. Los camareros muy atentos, tanto que a mi amigo que estaba tosiendo sin parar y con la garganta hecha polvo, de repente un camarero le trajo un vaso de agua caliente con limón y miel diciéndole que eso le aliviaría. Están en todo. Solo por estos desayunos valió la pena estar en este hotel 😛
Mohamed vino a buscarnos a la puerta y empezó la aventura. La aventura de ir en coche por El Cairo es algo que hay que vivir. No hay carriles, cada uno va por donde mejor le parece, se cruzan motos, coches o burros, lo que sea, y los peatones a los que vas esquivando. Es un caos, pero por lo visto muy ordenado porque no hay casi accidentes de tráfico. Increíble. Me pareció que había muchísima gente, pero según nos dijo Moha el domingo es cuando hay más jaleo, pues es el primer día laborable de la semana.
Nuestra primera visita en este día en El Cairo es la Mezquita de Ibn Tulum. Como llegamos tan pronto la tenemos para nosotros solos y podemos hacer todas las fotos que queramos. Mohamed nos explica que es la más antigua que queda tal y como era cuando la construyeron y la más grande de El Cairo.
La zona de culto está cubierta y fuera encontramos un patio rodeado de columnas con una fuente en el centro para las abluciones. Es sencilla pero la verdad es que es muy bonita, y es la que sale en los billetes de 5 libras.
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Después pidió que nos abrieran la puerta del alminar y pudimos subir y disfrutar de las bonitas vistas de la mezquita y la ciudad.
Salimos encantados de la visita y vamos a la ciudadela de Saladino, o mezquita de alabastro.
Construida en la parte más alta de la ciudad, espectacular también, sobre todo el patio que está construido en alabastro, de ahí su nombre, y la sala de oración con varias lámparas que acaban haciendo una enorme y resulta una maravilla. Aquí nos sentamos un rato en el suelo a admirar el interior y estuvimos hablando con Mohamed sobre costumbres del país, religión, de las mujeres en Egipto y todo lo que se nos ocurrió. Fue una charla muy interesante.
No dejéis de visitar el mirador de la Mezquita de alabastro desde el que podréis apreciar la grandeza de esta ciudad.
Por cierto, en las mezquitas hay que taparse para entrar, yo como ya iba con pantalón largo y cazadora al ser noviembre no tuve problema. Le pregunté si había que taparse la cabeza o algo y me dijo que me pusiera el pañuelo para taparme el escote y ya está. Tenedlo en cuenta.
Empezaba a hacer calor, y Mohamed nos propone ir a tomar unas cañas. Vale vale si! No veía el momento de tomarme mi cerveza fresca. Cuando llegamos a un sitio y nos pide dos cañas… de azúcar! Qué gracioso! Cómo se nota que vivió en España… Estaban bien, pensaba que iban a ser más dulces, pero estaban buenas. Allí mismo cogían la caña la trituraban y le sacaban todo el zumo. Y después del refrigerio nos fuimos al barrio copto.
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En el barrio copto visitamos tres iglesias, la primera la iglesia de Santa María o iglesia colgante, porque está construida sobre una antigua fortaleza romana. Hay que subir unas escaleras y desde el interior podemos ver cómo está suspendida sobre los pilares de la fortaleza.
Luego visitamos la iglesia de San Sergio, para mí la más bonita, con el interior todo de madera y mármol y en el que se encuentra una cueva donde dice la leyenda que se refugiaron José, María y el niño Jesús en su huída a Egipto.
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La última fue la iglesia de San Jorge, también muy grande, la única circular que hay en Egipto, con unas pinturas fabulosas.
Al salir nos juntamos con otra pareja que también venía en el taxi, ellos habían ido a visitar las pirámides, y a nosotros también nos tocaba, pero nos cambiaron el día porque al día siguiente había una manifestación, y para alejarnos de la zona por si acaso, en la agencia nos propusieron cambiarlo, así que no nos enteramos de ninguna manifestación, ni tumulto ni nada. Todo estaba muy tranquilo cuando volvimos. Y esta pareja que estuvo haciendo lo mismo que nosotros esa mañana tampoco tuvieron ningún problema.
Nuestra siguiente parada era una sorpresa de las que guarda Mohamed. No la desvelaré por si algún día vais con él, solo os diré que es un sitio espectacular, diferente, que no sale en las guías de viajes. Y la única razón es porque hay que atravesar la ciudad de la basura para llegar. Este es un barrio donde viven los basureros, huele fatal, normal, porque van acumulando la basura que recogen para luego reciclarla y llevarla a donde corresponda. Entre sacos de basura gigantes, casas a medio hacer y calles sin asfaltar encuentras tiendas, algún pequeño restaurante y cochazos de lujo, con lo que el negocio no debe ir tan mal. Una vez que pasas todo esto que también tiene su gracia conocer, achicharrados de calor, porque evidentemente hay que cerrar las ventanas por la peste llegamos a nuestro destino sorpresa. Y hasta aquí puedo leer. O escribir.
Después nos fuimos al Museo egipcio. De verdad, visita obligada. La cantidad de tesoros que hay allí es impresionante. Lógicamente en el rato que íbamos a estar no daba tiempo de verlo todo, creo que para eso habría que estar más de un día sin parar de ver cosas, así que Mohamed nos hizo un recorrido por lo más importante, dándonos explicaciones con todo detalle. Vimos esculturas rescatadas de templos, el tesoro de Tutankamón, momias de animales, joyas. Y las joyas me volvieron loca, pensé, no hay una tienda que venda reproducciones de estas pulseras y collares? Pues no, no se les ha ocurrido. Qué pena, porque habría comprado todas.
Una de las salas que más me gustó fue la sala de las momias reales, ver todos esos faraones allí, gente que durante alguna época de su vida fueron considerados dioses, y ahí están, con sus cuerpecillos, metidos en vitrinas y bastante bien conservados para ser que tienen miles de años. La verdad es que impresiona. Entre otros están Ramsés II, varios Tutmosis, Seti I y mi favorita, como ya os conté en este post, Hatshepsut.
A la entrada del museo te obligan a dejar las cámaras de fotos, está totalmente prohibido hacer fotos y grabar, así que otra razón más para ir y poder ver y disfrutar de esas maravillas.
Salimos a última hora, ya nos echaban del museo, aunque me habría quedado horas allí, de verdad, si vais con tiempo reservad al menos una mañana entera porque merece la pena.
Rodeada de tantos tesoros no me había dado cuenta de que ni siquiera habíamos comido, menos mal que me había puesto fina en el desayuno, pero las tripas empezaban ya a rugirme. Y por fin fuimos a comer!. Nos llevó a un restaurante que debe ser muy bueno y muy conocido allí, porque estaba a tope de cairotas. Es un sitio donde solo hacen Koshari, una de las comidas típicas egipcias, y realmente lo hacen buenísimo. Es un plato en el que se mezclan lentejas, arroz, alubias, pasta, cebolla frita, y se riega con vinagre y una salsa de tomate aromatizada con canela. Es pesado pero está buenísimo y con el hambre que tenía entró como si nada. El restaurante era muy auténtico, con sus ollas de arroz y lentejas gigantes, colas de gente para pedir un plato y una decoración más fea que la de los chinos cutres. De postre tomamos un arroz con leche, que es un poco diferente al de aquí porque lleva también frutos secos. Buenísimo todo, salimos rodando, pero bien.
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Ya era de noche, y nos fuimos a ver la zona más antigua de El Cairo, una zona que me pareció preciosa aún con la tenue iluminación que tenía, así que de día debe de ser muy bonita también.
En la famosa calle Al Moez encontramos mezquitas antiguas, mansiones y palacios medievales, ventanas con entramados de madera para que no puedan ver desde fuera pero sí desde dentro. Y muchas tiendas, carnicerías, pescaderías, tiendas de lámparas, de sishas, de antigüedades.
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Y al final de la calle encontramos el famoso zoco de Jal el Jalili, donde podéis encontrar cualquier cosa para comprar de recuerdo. Os ofrecerán de todo, os llamarán Manolo, guapa, o lo que se les ocurra, que si eres del Madrid o del Barça, en fin, un despliegue de medios para llamar la atención de todo el que pasa. La verdad es que es muy divertido, no se hacen excesivamente pesados, eso sí, ya sabéis que hay que regatear para cualquier cosa que compréis.
Y para acabar el día otra sorpresa de nuestro genial guía, nos lleva a cenar al parque Al-Azhar. Como era de noche no pudimos verlo muy bien, pero tiene muy buena pinta, un oasis en medio del caos de la ciudad. Debe ser de postín porque se veía gente muy puesta, estaban celebrando una boda, y fuimos a un restaurante con una terraza junto al lago y vistas de algunas de las mezquitas que habíamos visto esa mañana. Fue él quien pidió la cena, unos batidos que estaban espectaculares, y una especie de pizzas también buenísimas. Nos dejamos aconsejar y desde luego cenamos genial.
Y con la tripa bien llena de la gastronomía típica vamos de vuelta al hotel a descansar, que nos lo hemos ganado. Un día en El Cairo da para mucho si lo organizas bien.
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Y recordad que para vuestra próxima escapada o viaje podéis reservar el hotel a través de Booking desde el enlace verde que encontraréis en la página de inicio y os devolverán 15€ después de vuestra estancia.
Muchas gracias.
Hola Anabel! Mi nombre es Celia y estoy interesada en contactar con Mohamed, el guía de El Cairo, te agradecería que me hicieses llegar su mail.
Un saludo
Hola Anabel, gracias por tu rápida respuesta. Desgraciadamente Mohamed ya no coge clientes si vas con agencia así que hemos optado por otro de los guías que recomendaban en Los Viajeros y que estaba disponible en las fechas que vamos.
Estoy muy ilusionada con el viaje! Muchas gracias por tu blog.
Hola Anabel , nos gustaría ponernos en contacto con Mohamed , gracias
Hola Juan, gracias por pasarte por el blog. Te doy el mail de Mohamed, aunque no estoy segura de si todavía ofrece el mismo servicio. El mail es egipcio20@hotmail.com. Si te dice que ya no trabaja por favor, dimelo y así editaré la entrada. Muchas gracias y a disfrutar de Egipto, es un país increíble.
Muy bueno e interesante su descripcion de Egipto me interesaria contactar al chofer que menciona en su blog yo viajo a Egipto el 14 de junio del 20 llegando por la mañana y estar solo un dia en la Ciudad de tal forma que necesito aprovechar por completo la visita.
De antemano mil gracias felicidades por su articulo.
Hola Miguel Angel, disculpa por tardar en responder al correo. El mail de Mohamed es egipcio20@hotmail.com, pero no sé si todavía sigue haciendo excursiones. Si no te importa cuando contactes con él me dices algo porfa.
Me alegro de que te hayan gustado mis post sobre Egipto, espero que te sirvan de ayuda 😉
Disfruta mucho del viaje, ya verás como es increíble 🙂