Miniescapada a Colliure

Colliure es uno de esos pueblos que te suenan de algo, o tal vez no. Que aparte de tener la tumba de Antonio Machado poco más debe haber. Al menos eso pensaba yo. Y qué sorpresa cuando llegué y vi la maravilla que es. Ya llegas por un paisaje entre montañas y viñedos, carteles que anuncian rutas del vino, acantilados y vistas al mar que anuncian que lo que vas a ver se acerca bastante a algo espectacular. Aparcar es el infierno, sobre todo si vas en temporada alta, porque ya me di cuenta de que es bastante turístico, tanto entre franceses como entre españoles, al fin y al cabo está muy cerca de la frontera. En la parte más céntrica del pueblo hay un parking de pago que no es muy grande, en el que ponía máximo una hora! y antes de llegar al pueblo también encuentras uno, pero no quisimos aparcar porque parecía que estaba lejos. Luego te das cuenta que las distancias son menos de lo que parecen. De todas formas dando unas vueltas subimos por una calle y encontramos sitio para aparcar y sin pagar, así que aunque hubo que andar como unos quince minutos hasta el centro no fue para tanto, y encima me llevé estas vistas de gratis.

Colliure

Colliure

Junto a la bahía se alza el castillo, y en el final de la playa la Iglesia de Notre Dame des Anges con su torre redonda que durante la Edad Media fue el faro del pueblo. Esta torre es la típica imagen de Colliure, la que sale en la mayoría de imágenes, igual que la torre Eiffel en Paris o el Big Ben en Londres, salvando las distancias 🙂

Iglesia notre dame des anges

Qué hacer en Colliure?

Aunque estuvimos solo unas horas, porque dormimos en otro pueblo cercano, me da la impresión que aquí no te aburres, hay muchas actividades para hacer:

Paseos en barco en Colliure. Hay un barco que te da un paseo de una hora y te lleva hasta el cercano y marinero pueblo de Port Vendres. Me pareció un poco caro porque costaba 16 € los adultos, pero bueno, esto ya es elección de cada uno.

Visita al castillo de Colliure. La entrada cuesta 4€, te dan una hoja plastificada con información sobre el castillo y su historia. Es bastante grande, interesante, aunque todas las salas estén vacías, no hay mobiliario ni decoración. Solo alguna se usa como sala de exposiciones. Además desde las almenas se tienen unas vistas preciosas de toda la bahía.

Castillo de Colliure

Ruta del fauvismo. Nosotros no la hicimos pero se pueden visitar los sitios donde pintores como Picasso o Matisse se inspiraban y pintaban.

Tumba de Antonio Machado. Otro sitio que os puede interesar si sois muy fans del escritor. A mí personalmente me daba igual verla o no y no nos acercamos.

Viaje en el tren turístico de Colliure. Con este pequeño tren podréis subir hasta el fuerte de St. Elme, el fuerte que domina todo el pueblo desde la montaña que lo rodea. Además llega a Port Vendres, el pequeño pueblo marinero y regresa por la costa. Cuesta 8 €.

Colliure

Comer un crepe o cualquier plato típico de la zona. Como hicimos nosotros en una creperia frente al castillo, se llama Maison Annaic Noblet. Hay infinidad de restaurantes, tanto por la parte interior del pueblo como con vistas al mar. Y una gran variedad, creperías, pizzerías, bocatas, pescado… hay mucho donde elegir!.

Crepe

Una curiosidad de los restaurantes de Colliure es que algunos tienen los baños ubicados en locales de la calle. Es curioso salir y meterte en una puerta como si entraras a una casa o una tienda.

Baños creperia

Visitar los talleres de anchoas de Colliure. Son bastante típicas de esta zona y las anchoas de este pueblo tienen fama de ser buenísimas. Aparte de comprarlas en muchas tiendas del centro podrás ir a ver cómo las preparan y hacer una degustación.

www.anchoisdescloix.com

www.anchois-roque.com

Anchoas Colliure

Mercado de Colliure. Los miércoles y domingos por la mañana en la Pl. Maréchal Leclerc, podréis comprar frutas y verduras vendidas directamente por los productores, artesanía local, y de todo un poco.

Perderse por las calles del barrio Moré. Las laberínticas calles del antiguo barrio de pescadores y marineros están llenas de casas de colores con flores en las puertas y tiendas y panaderías que te hacen babear constantemente.

Colliure Calles de Colliure
Tiendas Colliure Calles de Colliure

La calle des Estables fue la que más me gustó, estaba llena de plantas y parecía un jardín más que una calle.

Calles de Colliure Calles de Colliure

Calles de Colliure

Lo que es seguro que en este pequeño pueblo no os vais a aburrir, porque hay infinidad de actividades y deportes que podéis hacer y de los que os informarán en la oficina de Turismo.

Los alojamientos aquí es verdad que son algo caros, pero nosotros nos fuimos a dormir a Argèles sur Mer, un pueblo a 8 kilómetros de distancia y en el que hay más variedad de hoteles y a mejor precio. Estuvimos en el Hotel Les Mimosas, es muy acogedor y los dueños muy agradables. El desayuno lo pagamos aparte, eran 8 € los adultos y 5 € los niños, pero todo estaba buenísimo y sin duda repetiría.

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El pueblo de Argèles sur Mer está hacia el interior, pero la mayoría de hoteles están en la zona de la playa. Allí os vais a encontrar un sitio totalmente turístico, una playa enorme, y calles que no tienen otra cosas que tiendas y restaurantes. Cenamos en La Canne à Sucre, unas soperas enormes de mejillones con patatas fritas (Moules et frites), que por lo visto también son típicos de esa zona. El restaurante estaba muy bien, tiene menús infantiles, pizzas, carne, pescado, hamburguesas, vamos, un poco de todo y todo estaba muy rico. Los platos son grandes, así que si no sois de comer mucho es mejor que los cojáis a medias.

Esa noche no hicimos mucho más, los críos iban cansadísimos y nosotros reventados, así que nos fuimos al hotel a descansar.

A la mañana siguiente nos acercamos al pueblo marinero de Port Vendres.

Port Vendres

Port Vendres

El pueblo no tiene mucho, lo mejor de todo es el enorme puerto en el que venden el pescado recién traído del mar. Hay casetas alrededor donde lo van limpiando así que más fresco imposible.

Port Vendres

El sábado había mercado y eso hizo que la cosa estuviese más animada. Como ya he dicho la vida de Port Vendres es alrededor del puerto, donde también están los restaurantes, tiendas y alguna panadería que cómo no, tuvimos que visitar. Es que no puedo resistirme a los dulces, qué le voy a hacer.

Desde la iglesia de Port Vendres podemos seguir una calle llena de casas de colores que nos lleva hasta un pequeño jardín donde hay unas bonitas vistas del faro. A mí es que me encantan los faros y siempre voy a verlos y hacerles fotos.

Port Vendres

Calles de Port Vendres Calles de Port Vendres

Port Vendres

Y aquí acabó nuestra miniescapada a Colliure, nos fuimos con muchas ganas de volver quizá en un momento que esté más tranquilo y poder disfrutarlo más. Así que en verano seguro que no va a ser. Quizá otoño o primavera…

Calles de Colliure

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