12 de septiembre
Despertamos en Las Vegas, hoy sin prisas, parece que el jet lag va desapareciendo y necesitábamos ya descansar. Tenemos todo el día para ver la ciudad, así que tranquilamente, a nuestra marcha.
Cuando reservé el hotel Flamingo ponía que incluía el desayuno. El día anterior nos dieron una tarjeta y nos dicen que tenemos que ir al restaurante Capuccino y que tenemos que gastar máximo 9 $. Bajamos a desayunar, ilusa de mí pensaba que tendría un gran buffet, pero si tenemos un límite de dinero va a ser que no. Me volví loca para encontrar el dichoso restaurante. El hotel es enorme, como en todos tienes que atravesar el casino para llegar a las zonas de tiendas, restaurantes, piscina y a las habitaciones. Después de dar una vuelta entera veo en un rincón una barra con sándwiches y madalenas y veo que pone Capuccino. Vaya engañifa! El desayuno consiste en una bebida y algo para comer, pero sin pasarte del saldo o lo pagas aparte. Pues bueno, un chocolate de máquina que estaba ardiendo y aguado cuando podías beberlo, y un muffin. Tanto Flamingo, tanto famoso buffet de Las Vegas y mira. Bueno, no pasa nada, vámonos a ver la ciudad de día.
Salimos y hace un calor que te mueres, se nota que estamos en medio del desierto de Nevada aunque con el caos de tráfico y edificios no lo parezca. Vamos entrando en los hoteles para verlos, son verdaderas maravillas y además se está fresco. Pasear por Las Vegas es como dar la vuelta al mundo. Con sus hoteles temáticos te transportas a cualquier sitio, es genial!
El primero que visitamos es el Venetian, de repente vuelvo a sentirme en Venecia viendo a los gondoleros.
Seguimos caminando por el Strip y vamos hacia el Treasure Island y esa zona. Nos metemos en un centro comercial porque no se puede estar en la calle de calor que hace. Vamos entrando en los hoteles que nos encontramos y viendo las fuentes con sus espectáculos de música.
Entramos al Caesar Palace, creo que es el más grande, tiene varios edificios y otro más que están construyendo. El interior es espectacular, recrea la arquitectura italiana, y calles comerciales de Roma. El techo es como si fuese el cielo y es una sensación muy rara porque parece que estás al aire libre pero no, jajaja.
![]() |
![]() |
Aprovechamos a comer allí en una zona de restaurantes de comida rápida donde hay hamburguesas, pizzas, comida mexicana, asiática… un poco de todo. Mira por donde nos apetece asiática, pedimos unos pad thai y unos yakisoba, y qué malos que están. Encima careros. Vamos, un sitio para no repetir. Dentro de este hotel todo es muy caro, así que os recomiendo comer en otro sitio.
Después pasamos por el Bellagio, famoso por sus fuentes y porque aquí se rodó Ocean’s Eleven. Estuve en el mismo sitio que había estado Brad Pitt!!
Vamos al hotel Paris y de repente estamos paseando por Francia. Me está gustando Las Vegas 😀
![]() |
![]() |
Estamos achicharrados así que aprovechamos para ir a la piscina del hotel. Nos cambiamos y empezamos la excursión desde la habitación hasta la piscina. Es tan grande que cada vez que subíamos a la habitación nos costaba llegar más de diez minutos, solo de pensarlo me da pereza. Habíamos bajado una bolsa con agua, la cámara de fotos y alguna cosa más. A la entrada hay unos vigilantes que nos hacen enseñar la bolsa y nos dicen que no se pueden entrar bebidas, además solo llevamos una tarjeta de la habitación y tenemos que enseñar una cada uno, así que tenemos que volver a hacer la excursión hasta la habitación para dejar el agua, coger la tarjeta y volver a bajar. Cuando por fin entramos vemos que está hasta las trancas de gente. Música alta, la gente bailando en la piscina, las tumbonas todas ocupadas, así que nos sentamos en el canto de la piscina a remojar los pies en esa agua calentorra que más que refrescarte te da más calor pero oye, esto tiene una pinta estupenda! No me imagino cómo deben ser la pool party que hacen por allí si solo en el hotel eso ya era una fiesta. Eso si, las bebidas cómo os imaginaréis carísimas.
Cuando ya dejaba de dar el sol nos fuimos a cambiar para salir de noche otra vez. Hoy me gustaba más que la noche anterior, parece que ya le había cogido el ritmo a esta caótica ciudad.
Vamos andando por el Strip hasta el hotel Nueva York. Me encanta! Con las ganas que tengo de visitarla y de momento esto es lo más cerca que voy a estar 😛
Cenamos en el Shake Shak, está muy buena la burguer. Ya había oído hablar de ella y la verdad que ahora puedo decirlo yo también, no os la perdáis!
Toda esa zona está muy animada y hay unas cuantas tiendas muy chulas, como la de Coca cola o M&M’s.
Vale que todas las ciudades cambian mucho de verlas de día a verlas de noche, pero en Las Vegas el cambio es radical, parece que estés en otro sitio completamente diferente. Si de día me gustó por ver lo bien logrados que están todos los hoteles, de noche me pareció increíble el derroche de luces, la música. En fin, aparte de mafias y de todo lo que se mueve por allí, creo que es una ciudad curiosa para visitar. Te gustará o no, pero desde luego no te deja indiferente.
Ha sido un día de mucho andar, de ver cosas diferentes, de mucho calor, y estamos reventados ya, así que nos vamos al hotel y a dormir que mañana toca un día con muchas sorpresas. No os perdáis el próximo post 😉
Si este os ha gustado podéis compartirlo en vuestras redes sociales. Y recordad que si reserváis en Booking por primera vez desde el enlace del blog os devolverán 15€ a la vuelta de vuestra estancia. Gracias