17 de junio 2019
Hoy me levanto emocionada porque vamos a hacer algo diferente y que me apetece mucho. Pero ya llegaremos a eso…
Recogemos las cosas y nos vamos a Tolmin, entramos en un super y nos compramos unos zumos y unos croissants para desayunar.
La primera visita del día es a las Gargantas Tolmin, a unos veinte minutos del pueblo. He oído de todo, gente que dice que son más bonitas que las Vintgar, gente que dice que no es para tanto… así que ahora voy a verlas y así podré opinar yo.
Llegamos al parking, esta vez no hay que pagar nada, y nos sentamos en la entrada junto al río para desayunar lo que hemos comprado. Compramos las entradas, 6€ cada uno. Nos dan un mapa donde nos indican los caminos que debemos seguir.
El entorno sigue siendo espectacular, la diferencia es que aquí vas siguiendo varios caminos en vez de uno.
Seguimos alucinando con el color del agua, es increíble el color que tiene.
La verdad es que las fotos no hacen justicia al color, así que tendréis que ir para disfrutarlo 😊
El paseo por las gargantas Tolmin dura una hora y media. Otras cosas curiosas que vemos en este parque es la cabeza del oso, una roca que se desprendió de la montaña quedando entre dos paredes y parece la cabeza de un oso. A mí me parecía un corazón, será que estaba romántica con este país.
También hay una cueva a la que podemos entrar, pero cuando llegas un poco al fondo está cerrada y no puedes avanzar más, así que no es que veas mucho.
En general el sitio es muy bonito, quizá me gustaron más las Vintgar porque vas andando todo el rato junto al agua, pero aun así, no podría decidir cuál dejar de ver, porque cada uno tiene sus gustos. Si podéis, no os perdáis ninguna.
Terminamos la visita antes de lo que pensaba, así que como tenemos tiempo aprovechamos a acercarnos a Kanal, un pueblo que está en la lista de los más bonitos de Eslovenia. Estamos a media hora de distancia, y luego tenemos que volver casi al mismo sitio, pero lo dicho, hay tiempo de sobra así que vamos allá.
La vista del pueblo desde enfrente es muy bonita, otra vez enmarcada con el espectacular color del agua. Pero la verdad es que el pueblo en sí no tiene gran cosa. Dimos una vuelta y siempre encuentras algún rincón que te llama la atención, pero la verdad es que lo que más vale la pena es la vista desde fuera.
Volvemos hacia Tolmin pero esta vez nos desviamos a Most Na Soci. Vamos a coger el tren de coches!! Será una tontada pero me hacía mucha ilusión a pesar de haber leído opiniones sobre que no merece la pena cogerlo.
El tren lo que hace es ahorrarte un trayecto de unas tres horas y un millón de curvas hasta el lago Bohinj. Así que no había duda, había que coger el tren sí o sí.
La gracia del tren es que subes con tu coche en la plataforma, y vas viendo el paisaje tranquilamente sentada en tu coche mientras te llevan. La experiencia es muy divertida.
✅ Para llegar a la estación de Most Na Soci.
Otra odisea porque en ningún blog o foro había leído nada al respecto, con lo que deduje que estaba en el pueblo. Pero no, después de dar unas vueltas y no ver nada indicado preguntamos en la gasolinera, nos dijeron que teníamos que salir del pueblo, seguir la carretera unos kilómetros y veríamos un desvío a la derecha que lo indicaba.
Como nuestro tren no salía hasta las tres nos dio tiempo a comer un helado y pasear junto al río Soca, que aquí es tan ancho que parece un lago.
⚠️ Si vais en temporada alta a coger el tren tendréis que estar con bastante antelación en la estación, porque los coches se van poniendo en fila conforme van llegando. Si se llena la plataforma lógicamente ya no subes. Tenedlo en cuenta sobre todo si vais a coger el último tren. Aquí os dejo la web con los horarios.
El viaje cuesta 17€, 14 por el coche y el conductor y 3€ por pasajero adicional. Los billetes se compran cuando subes al tren, pasa el revisor y te los da.
La estación es una monada, la típica antigua de pueblo, y el viaje es toda una experiencia. Yo desde luego recomiendo hacerlo, no es algo que puedas hacer habitualmente, por qué no probarlo?
Antes de llegar a nuestra parada atravesamos un túnel muy largo, y al salir nos encontramos con el cielo tan negro como el túnel. Empezó a llover bastante, lo bueno que como bajas en el coche no nos mojamos. Cuando llegamos al lago Bohinj ya había parado, aunque el cielo seguía bastante cubierto. Estuvimos paseando por los alrededores del lago un rato.
Volvimos a coger el coche para subir hacia el mirador Vogel, pero la verdad que con el cielo tan tapado y un poco de neblina que se había puesto no íbamos a ver mucho, así que lo dejamos. Pero estuvimos paseando por otra zona cerca de un camping donde dejamos el coche aparcado. Qué tranquilidad había allí por dios! Otra vez estuve con mis amigas las vacas, me relaja ver cómo pastan mientras solo se oyen sus cencerros y los pájaros.
Nos metimos por un camino a ver qué había, siempre estamos metiéndonos por sitios, así descubrimos paisajes y zonas que otra gente no ve jajaja.
La tarde se ponía cada vez más negra y empezaba a lloviznear con que decidimos irnos hacia el alojamiento de esta noche que era una chulada.
Nos alojamos en el Glamping Bizjak en Preddvor. Cuando puse las fotos en Instagram os gustó mucho, y no es para menos. Son casas de madera imitando tiendas de campaña, con su jacuzzi de madera y lo mejor, el desayuno que te llevan por la mañana en una cesta.
Los baños son privados y están en una caseta aparte. Recuerdo que me desperté muy pronto por la mañana porque tenía que ir al baño, salí cuando estaba amaneciendo, descalza por el césped humedecido por el rocío matinal. No se oían más que los pájaros, todo tan tranquilo. Fue uno de esos momentos que se te graban y recuerdas como los mejores del viaje. La experiencia fue muy chula, os recomiendo este glamping si vais por esta zona porque está genial. Eso sí, tened en cuenta que el jacuzzi tienen que prepararlo con tres horas de antelación para que se caliente el agua, por lo que me quedé con las ganas de usarlo porque llegamos a las ocho y nos dijeron que solo podían usarse hasta las diez. Yo que quería ir pronto para poder usarlo y no pude al final. Además, hay que pagarlo aparte, que eso no lo ponía en la reserva, eran unos 20€, pero los hubiese pagado a gusto. En fin, no pudo ser, pero estuvimos disfrutando de la tranquilidad del lugar .
Preguntamos dónde podíamos ir a cenar porque el restaurante del glamping cerraba por la noche, y nos indicaron un sitio en el pueblo que hacían los típicos Kruhkis. El sitio estaba muy bien, es grande y había bastante gente, a pesar de que en el resto del pueblo no había nadie. Se llama Krukheria Gorjanc.
Los kruhkis son una especie de pizza pero enrollada. La masa es fina y hay mucha variedad de rellenos. La verdad es que parece poco pero llenan bastante, estaban buenísimos, eso sí. Pedimos seis para los dos, una ensalada y nuestras radler sagradas, que no falten. Nos costó 26€. La verdad es que muy bien.
⚠️ Volvimos a nuestra cuqui tienda, y por la carretera vimos que estaba cruzando un erizo. Pudimos parar a tiempo para no atropellarlo, menos mal que no venía ningún coche por detrás porque el animal iba lento. Era tan bonito, nunca había visto un erizo así en su entorno. Tened cuidado cuando vayáis con el coche por esas carreteras, porque casi siempre estáis rodeados de campos y montaña por lo que hay muchos animalillos que salen sin avisar, al fin y al cabo están en su casa, y se te puede cruzar desde un erizo, una ardilla o lo que sea.
Nos vamos a descansar, mañana seguimos viaje por EsLOVEnia.