9 de septiembre
Qué bien se duerme en las camas del Yavapai! Esas camas tendrían que ser obligatorias en la vida de toda persona, qué maravilla. O igual es que estaba muy cansada, no sé. El caso es que aun así, nos despertamos pronto, todavía dura el jet lag aunque cada vez se nota menos. Desayunamos en la habitación algo de lo que habíamos comprado en el Wallmart el día anterior, volvemos a cargar el coche y nos vamos a ver más miradores del Gran Cañón.
Está bastante nublado pero eso no le resta una pizca de grandeza a estas vistas. Este sitio es espectacular lo mires por donde lo mires.
Vamos en el coche hacia el mirador de Desert View y por el camino nos encontramos unos ciervos pastando.
Menos mal que hemos madrugado porque podemos ver todo sin tanta gente, prácticamente estamos solos. Es increíble el silencio que hay. Solo se oye algún cuervo de vez en cuando y nada más. Te corta la respiración. Paramos primero en los que están más lejos, porque por lo general la gente va parando en los primeros. Nosotros lo hacemos al revés. Poco a poco va llegando más gente y se va nublando más todavía.
En Navajo Point hay unas vistas espectaculares.
Cuando llegamos a Desert Point empieza a llover. Nos metemos en el interior de la torre y vemos las vistas desde allí. Cae un chaparrón de los buenos, y cuando para un poco aprovechamos para salir.
Me dio mucha rabia estar allí y que no se viera nada, porque encima cayó una niebla bestia que no te dejaba ver a un metro de distancia.
Esperamos un poco y fuimos volviendo hacia los primeros miradores que nos habíamos dejado por ver, Moran Point, Grandview Point... al final se fue despejando y aún pudimos disfrutar un poco más de ese impresionante paisaje.
Empieza a llegar cada vez más gente y es la hora de irnos. Toca ir hacia Monument Valley, otro de los lugares que tenía tantas ganas de ver.
Al rato de salir del Gran Cañón vemos un cartel que dice Scenic View, así que decidimos parar a ver que hay. Empieza a salir el sol y a subir la temperatura. Vamos andando por el camino y nos encontramos este otro cañón. Una vista impresionante e imprevista. Vamos viendo varios carteles de este tipo a lo largo del camino, pero no podemos parar en todos o no llegaremos nunca. Este país está lleno de paisajes naturales a lo grande.
Aprovechamos a cambiarnos de ropa en el coche porque hace ya mucho calor, y seguimos camino.
Llegamos a Cameron, echamos gasolina y entramos a comer en el Cameron Trading Post, un hotel restaurante que se construyó a la vez que construían el puente que veréis al lado. Lleva allí desde 1916 y parece que tiene bastante fama. Esta zona es propiedad de los indios Navajos y Hopi, igual que en Monument Valley y Antelope Canyon encontraréis mucha artesanía de ellos. El sitio no está mal para comer, normalillo, pero resulta caro, igual que la tienda y el mini supermercado que tienen allí. Además son un poco lentos y perdimos bastante tiempo. Casi hubiese sido mejor entrar al Burguer King que hay cerca, pero no somos mucho de ir a cadenas de esas. En este caso, no hubiese estado mal por ahorrar tiempo.
Seguimos camino por esas carreteras rectas, infinitas, atravesando desierto, todo muy seco. El paisaje cambia en cuestión de momentos.
Por fin entramos en Utah y nos acercamos a Monument Valley.
Recordad que al llegar a Monument Valley hay que adelantar la hora.
Compramos las entradas allí mismo, 20$ cada uno, y junto a ellas nos dan un vale de descuento del 10% para gastar en la tienda del hotel, unos vales para el desayuno con descuento de 5$ y un mapa del parque.
Como ya empieza a bajar el sol nos vamos directos a hacer el recorrido y millones de fotos. Qué maravilla. Esa luz del atardecer que hace que los colores sean más vivos, más anaranjados. Me estoy enamorando de ese sitio, me quiero quedar más días. No quiero irme nunca!
Tenía muchas ganas de pisar este sitio, había visto un millón de fotos y me parecía impresionante, pero nada como estar allí. No puedo explicar todo lo que sentí, parece imposible que un lugar pueda hacerte sentir tantas cosas. Es posible enamorarse de un paisaje? De su tierra roja? de su silueta a la luz del atardecer? del aire tan puro y su cielo tan limpio? Creo que nunca me había sentido tan feliz en ningún sitio.
Hasta la nube que nos persigue hace que sea más bonito todavía. No había visto nunca un cielo así de bonito y con esos colores. Parece que vaya a caer la de Dios, pero al final no llueve.
Salimos del camino ya casi a oscuras, pero es que no podíamos irnos de allí.
Nos alojamos en The View, allí mismo, pero no en el hotel sino en las cabañas. Entramos al hotel para hacer el cheking, pero no es allí. Las cabañas están un poco alejadas del hotel, hay que pasar el parquing y veremos una caseta que es donde tenemos que registrarnos y nos darán la llave de la cabaña. Como la nuestra es premium está en primera fila. Son una monada! La foto está hecha el día que nos íbamos, así que no está en perfecto estado de revista, ya perdonaréis 😛
Ya nos quedamos allí descansando y tomando una cerveza de las que llevamos en nuestra super nevera de corcho 😀
Cuando ya nos hemos duchado y todo se me ocurre salir a mirar el cielo, a ver si se ha despejado y madre mía! No había visto en la vida un cielo con tantas estrellas, tan limpio. Se ven hasta nebulosas de lo despejado que está. Hace frío pero nos quedamos un rato mirando hacia arriba como tontos, hasta que las cervicales aguantan. Me hubiese tumbado allí en medio para mirar, pero me estoy helando, así que nos vamos a dormir que nos queremos levantar pronto para ver amanecer. En la recepción nos han dado un papel con las horas a las que amanece y atardece.
Casi no puedo dormir y me estoy despertando cada poco no sea que se me pase la hora o no me suene el despertador, pero eso ya llegará.
Ahora estoy segura que este día me lo montaría diferente.Si volviera me estaría un día entero allí. Creo que llegaría por la mañana, aprovecharía a pasear por allí, comería en la terraza de la cabaña para aprovechar las vistas, y daría un paseo a caballo por dentro del parque. Eso me quedé con las ganas de hacerlo pero ya no nos daba tiempo. Tampoco sé cuánto costaba ni nada, pero sin duda tienes que sentirte como John Wayne cabalgando por esos parajes.Luego me tumbaría a ver las estrellas, me levantaría para ver amanecer, y seguiría el camino. Ese hubiese sido mi día perfecto en Monument Valley, porque me quedé con las ganas de más. Si tenéis muchas ganas de ir allí os recomiendo de verdad que no vayáis con prisa porque os va a saber a poco, es un lugar que engancha y no te quieres ir.
ALOJARSE EN THE VIEW O EN MEXICAN HUT
Había leído mucho sobre si merecía la pena alojarse en The View o era mejor ir a Mexican Hut porque era más barato. Pues para mí The View merece la pena y mucho. Sí, quizá sea el hotel más caro de todo el viaje si vais en plan de moteles como vamos casi todos, pero estás allí mismo, aprovechas el tiempo al máximo, las vistas son espectaculares y es una experiencia que probablemente no volverás a vivir, porque aunque todos decimos que volveremos, no nos engañemos, es un viaje que no puedes repetir como si te vas a Londres. Al menos yo, por muchas ganas que tenga o me toca la primitiva en condiciones o no creo que pueda volver a hacerlo, bastante me cuesta ahorrar. Pero bueno, que me voy del tema. Yo lo recomiendo 100%. Los que habéis hecho el viaje qué opináis? Volveríais a alojaros aquí? Estuvisteis en otro sitio y no os arrepentís? Venga, abramos debate 🙂
En el siguiente post os cuento cómo fue la experiencia de ver amanecer y todo lo que hicimos ese día.
Si os ha gustado este post podéis compartirlo en vuestras redes sociales, y recordad que si reserváis por primera vez en Booking desde el enlace de la página de inicio podéis ahorrar 15€ en vuestra estancia 😉 Gracias